Objetivos a largo plazo
Objetivos a largo plazo de una empresa
Como propietario de una empresa, no puede hacer planes para el futuro y simplemente «esperar» que se cumplan. Actuar es la única forma de mejorar su negocio y tener objetivos claros y medibles es la única forma de actuar con eficacia. Por lo tanto, durante sus sesiones de planificación estratégica, mientras traza cómo aumentar el valor de su negocio, debe establecer objetivos a largo plazo en su empresa que puedan ser realmente alcanzados. Sin embargo, a muchas personas les cuesta establecer objetivos que les impulsen hacia su visión a largo plazo.
Según el diccionario online Merriam-Webster, un objetivo es «algo hacia lo que se dirige el esfuerzo». Los sinónimos de «objetivo» incluyen «meta» o «objetivo». Siempre que trabajo con propietarios de empresas, suelo hacer la pregunta: «¿Cuál es tu objetivo?». Y lo que he descubierto es que es una pregunta difícil de responder para la gente. Seguro que tienen una idea sobre la dirección que quieren tomar; tienen una visión, pero rara vez establecen objetivos adecuados a largo plazo en los negocios.
Objetivos a corto y largo plazo en la gestión estratégica
Las organizaciones a menudo luchan por encontrar un equilibrio entre sus objetivos estratégicos a largo plazo y los objetivos a corto plazo. Los profesionales de FP&A, que son una pieza clave en el proceso de establecimiento de la estrategia y el presupuesto de una organización, también se enfrentan a este dilema como parte de sus funciones.
Equilibrar los objetivos a largo plazo y las metas a corto plazo requiere un profundo conocimiento del negocio y sus matices y aprender a caminar por la cuerda floja. La medida en que una organización y sus directivos consigan alcanzar este equilibrio determina el propio éxito y la sostenibilidad de la organización. A continuación se analiza esta cuestión y los matices que conlleva.
Toda organización empresarial necesita tener una estrategia a largo plazo que detalle la dirección en la que pretende crecer en los próximos 5 o 10 años. El periodo de tiempo adecuado para los objetivos estratégicos depende de la naturaleza del negocio y de la fase de madurez de la organización. Por ejemplo, una empresa emergente en el ámbito tecnológico puede tener un plazo más corto, mientras que una empresa siderúrgica de 50 años puede tener uno más largo.
Ejemplos de objetivos a largo plazo
Todos tenemos sueños y objetivos que queremos cumplir. A veces, estos objetivos tardan más en alcanzarse que otros, y eso no es malo. Los objetivos a largo plazo pueden ser esfuerzos satisfactorios que pueden requerir mucho trabajo duro, ¡pero lo más probable es que merezca la pena!
Un objetivo a largo plazo es una meta que quieres alcanzar en el futuro. A menudo, son objetivos vinculados al éxito en tu vida profesional o personal. A diferencia de los objetivos vitales, los objetivos a largo plazo no son esfuerzos para toda la vida. Completar los objetivos a largo plazo puede llevar varios años, pero normalmente no estarás trabajando en ellos toda la vida.
Los objetivos profesionales a largo plazo suelen estar relacionados con el éxito en la vida profesional o el ascenso en la carrera. Es la respuesta a la clásica pregunta de la entrevista: «¿Dónde te ves dentro de cinco años?». He aquí algunos ejemplos de objetivos profesionales a largo plazo:
Los objetivos monetarios a largo plazo suelen alcanzarse en cinco o más años y tienen que ver con tu seguridad fiscal a largo plazo. Pueden consistir en asegurarse de que tiene ahorros para lo inesperado, o en hacer un presupuesto para poder gastar el dinero que tanto le ha costado ganar en algo que siempre ha querido. Mira estos ejemplos:
La importancia de los objetivos a largo plazo
Si no pensamos en ello, es fácil que pasemos días, semanas o meses sin plantearnos dónde queremos estar o qué queremos conseguir. Los objetivos nos dan un sentido de propósito y algo por lo que trabajar. Nos ayudan a mantener el rumbo y hacen que los frutos de nuestro trabajo sean más satisfactorios. En lo que respecta al trabajo, los objetivos nos dan algo en lo que centrarnos y nos ayudan a perseguir nuestros esfuerzos profesionales. Sin embargo, para alcanzar plenamente estos objetivos, es importante que quienes los establezcan definan tanto sus objetivos a corto como a largo plazo. El éxito es un maratón, no un sprint, y se necesita la combinación de objetivos a corto y largo plazo para alcanzar realmente el éxito.
Una cosa es establecer objetivos a largo plazo, pero debemos recordar que para llegar a ellos debemos cumplir primero varios objetivos más pequeños. No podemos descuidar todo el trabajo que se necesita para alcanzar nuestros objetivos a largo plazo y por eso los objetivos a corto plazo son tan importantes. Los objetivos a corto plazo actúan como una guía para avanzar en el camino hacia los objetivos a largo plazo. Te recuerdan los pasos que tienes que dar para llegar a ellos. Además, los objetivos a corto plazo nos dan algo en lo que centrarnos en un futuro próximo. De lo contrario, podemos empezar a frustrarnos y perder de vista hacia dónde nos dirigimos. Cuando se fijan objetivos más pequeños que pueden alcanzarse en un futuro próximo, se da un impulso de confianza cada vez que se logran. Esta confianza le ayuda a impulsarse para seguir trabajando en sus objetivos a largo plazo.